El pasado sábado 24 de abril, el Centro Cultural UTN San Nicolás volvió a la presencialidad con dos actividades solidarias: el Centro Cultural Móvil y Científico, llevado a cabo en el merendero "Sembrando Esperanza" ubicado en Barrio Las Viñas, y una jornada de pintura en “La Casita de Tati" en Barrio San Martín.
Por medio de iniciativas concretas de nuestra Facultad orientadas al voluntariado universitario, desde el Centro Cultural se relevan las necesidades de las diferentes organizaciones territoriales. De esta manera, se profundizan las relaciones de articulación entre la Universidad y los distintos actores sociales de la comunidad.
En ambas actividades impulsadas por el espacio dependiente de la Secretaría de Extensión Universitaria de la Regional, participaron como voluntarios los estudiantes Federico Borda, Matías Noé, Yésica Méndez, Giuliana Torrico y Antonella Raffaelli. Además, estuvieron acompañados por Alejandro Spiegel, Ignacio Maiztegui y Camila Ahumada, miembros del Centro Cultural.
Ciencia y juegos
Un sábado de excelente clima y sol acompañó para que los niños pudiesen jugar y experimentar con distintos fenómenos físicos y disfrutar de una película en el marco de las acciones de la propuesta “Centro Cultural Móvil”. Esta actividad consiste en llevar cine y juegos diseñados para la socialización de la ciencia y la tecnología a diferentes barrios de San Nicolás. De esta manera, a través de juegos se presentan a las Matemáticas, Física y Química como contenidos desafiantes, divertidos e interesantes, accesibles y relacionados con la vida cotidiana, promoviendo la curiosidad al respecto.
Desde el Merendero Sembrando Esperanza agradecen la jornada compartida con estas palabras: “el día sábado tuvimos la visita de los chicos del Centro Cultural de la UTN. Hubo muchísima expectativa dado que traían algo nuevo: un encuentro científico. El día estuvo hermoso, lleno de sorpresas y lo más lindo fue que cada niño pudo participar de cada experimento y aprender. A esto también se sumó la proyección de una película corta a partir de la cual los chicos pudieron interactuar contestando preguntas. De parte del merendero ”Sembrando Esperanza” les agradecemos por pensar siempre en nosotros, brindando la posibilidad a cada niño de disfrutar tantos momentos lindos y aprender jugando”.
Jornada de pintura
Por otro lado, los participantes del programa de voluntariado universitario pudieron completar exitosamente la jornada de pintura renovando un portón de acceso de la institución “La Casita de Tati”.
“La jornada solidaria la vivimos como un día de trabajo físico y espiritual. Lo material quedó plasmado en la pintura del portón de ingreso a nuestro Centro de Día y lo espiritual fue vivenciado desde las ganas y el entusiasmo que pusieron los jóvenes del Centro Cultural. Los voluntarios le pusieron luz al día y nos llenaron de calidez con su espíritu joven y solidario.”, expresaron desde la institución.
Cómo sumarse
