lunes, 16 de septiembre de 2019

TRANSFORMAR EL DOLOR


El Ing. Néstor García dio una charla en el Salón Azul de la UTN San Nicolás ante un auditorio colmado. El tema presentado fue la Ley Micaela, un proyecto que surgió del dolor más profundo, el femicidio de Micaela García, su hija, en abril de 2017. Previo a la charla se reunió con periodistas locales para comentar las actividades de la Fundación y la implementación efectiva de la ley. 

Micaela fue asesinada en Gualeguay. Su asesino debía estar preso y no lo estaba. Un juez lo había liberado. De ahí surge la necesidad de que una legislación obligue a todos los funcionarios del Estado, en todas sus jerarquías, a capacitarse en la temática de la violencia de género. En ese camino se encuentra la Fundación Micaela “La Negra” García, la cual impulsa el cumplimiento de esta ley. 

La ley y su derrotero 


La Ley Micaela establece la capacitación obligatoria en la temática de género y violencia contra las mujeres para todas las personas que se desempeñen en la función pública en todos sus niveles y jerarquías en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial de la Nación. Además, fomenta que las oficinas de capacitación de cada organismo llevarán adelante la construcción de materiales y programas nuevos, o podrán adaptar los existentes, de acuerdo a la normativa establecida por "las convenciones vinculadas a la temática de género y violencia contra las mujeres suscriptas por el país”. 

El femicidio de Micaela generó la redacción urgente de una herramienta legal que comprometiera a la capacitación de todos los funcionarios y empleados del sector estatal. “Todo este proyecto empezó al poco tiempo que se encontró el cuerpo de Micaela sin vida. Uno de los dos proyectos los realizó Flora Acselrad, una de las colaboradoras de la doctora Carmen Argibay cuando estuvo en la Corte Suprema de Justicia. Ese mismo ocho de abril ella redactó el articulado de uno de los dos proyectos de ley, y el otro fue presentado por el Movimiento Evita. Luego se comunicó con nosotros para saber si estábamos de acuerdo con que la ley tuviera el nombre de Micaela. Nosotros no tuvimos que ver con la redacción, pero si con el impulso”, explica García junto con su compañera Andrea, madre de Micaela. 

La Ley Micaela establece que cada una de las provincias instituya sus propias reglamentaciones dentro de los plazos establecidos. “La ley nacional es una ley corta, pero desde lo jurídico es un poco distinta a lo que estamos acostumbrados. No tiene decretos reglamentarios porque no necesita, tiene un decreto que la promulga. A su vez involucra cuestiones novedosas como es la discusión pública, que es algo que no está en las leyes nacionales. Eso hace que se prevean muchos controles y todos recaen sobre el Instituto Nacional de las Mujeres. En más de la mitad de los artículos el INAM tiene funciones específicas. Una de las peores adhesiones a la ley es la de la Provincia de Buenos Aires, no dice nada básicamente. Por lo contrario, la mejor ley de adhesión es la de Chubut, y hasta me animaría a decir que es superadora de la ley nacional” señala García. 

Moviendo la estantería 



La Ley Micaela surge en un contexto de emergencia, donde una mujer es asesinada cada 32 horas en Argentina por la violencia machista, según datos estadísticos. Sin embargo, y a pesar de haber contado con la casi totalidad de los votos afirmativos en ambas cámaras, a la hora de la aplicación efectiva la realidad es bastante diferente y los compromisos son más difusos. 

“La ley fija dos plazos, uno de seis meses para presentar un programa de capacitación. De los tres poderes del Estado, el único que cumplió con eso fue el Poder Judicial. El Poder Legislativo hace una semana presentó un programa que fue aceptado por el INAM. Desde el Poder Ejecutivo, al 10 de julio -que era el plazo de vencimiento de la presentación-, solo 35 organismos del PEN de 500 habían presentado el programa. También hay organismos que han empezado las capacitaciones de hecho pero no anclados en un programa, tal como lo pide la ley”. 

“La Ley tuvo 230 votos afirmativos entre las dos cámaras y un solo voto en contra. Ahora para la aplicación, ese contexto no está. Es por dos cuestiones, por un lado la razón ideológica y por otro, el miedo. Se está moviendo la estantería en lo que respecta a la construcción del poder porque el feminismo plantea una cuestión más horizontal en su estructura jerárquica y la construcción política se ha manejado históricamente con una estructura más vertical, de líderes y punteros. Los medios nacionales muestran de una manera al feminismo y el feminismo es otra cosa, por eso hay mucha gente que tiene resistencia. Nosotros somos optimistas, porque donde eso empieza a rodar, donde el miedo empieza a desaparecer, creo que la mayoría de nuestro país va a estar más cercano a implementar la ley” detalla García. 

El compromiso universitario 



La Universidad Tecnológica Nacional adhirió a la cumplimentación de la Ley en todas sus Facultades Regionales a lo largo del país. Por ello, la Regional San Nicolás organizó esta actividad para difundir las cuestiones relativas a su vigencia, y debatir acerca de cuestiones urgentes tales como la violencia de género y el rol del Estado en la prevención de los femicidios, crímenes que cada año incrementan sus estadísticas. 

Cabe recordar que el Ing. Néstor García se desempeñó hasta hace pocas semanas como Decano de la FR Concepción del Uruguay, lo que hace a toda la Universidad Tecnológica Nacional muy cercana a este tema y a tomar un mayor compromiso con la difusión de la mencionada ley. 

El Ing. Haroldo Avetta, Decano de nuestra Regional y Vicerrector de la UTN, detalló las actividades que se vienen impulsando desde la comunidad universitaria y destacó la importancia que tienen el debate de estas cuestiones dentro de la vida académica, que no es ajena a la realidad cotidiana del país. 

“Estamos trabajando centralizando las actividades que después van a impactar en el resto de la comunidad universitaria. Esta convocatoria es interesante, todos los días la problemática de la violencia y particularmente la de género, supera las herramientas que tenemos. Todas las actividades son mandatarias para nosotros además que es una ley a la que hemos suscrito como Universidad. Por eso estamos implementando todo lo que nos corresponda hacer en la Facultad para realizar capacitaciones sobre la temática” resumió Avetta.